14/7/17

Co-Living, Del trabajo en Comunidad a la Vida

WeWork Soho West
El avance de la tecnología nos ha conectado al trabajo a toda hora y en cualquier lugar y la línea entre trabajo/vida se hace cada vez más delgada.

La generación de los millennials piensa diferente en cuanto al trabajo y vida y buscan algo distinto.
Viven sumergidos en sus proyectos laborales y no hay límites de horarios para hacer lo que les gusta. 
No están buscando tanto un equilibrio vida-trabajo sino una integración de ambas. Y en la búsqueda de una optimización se piensa en vivir, literalmente, donde trabajas.
  
Esto va más allá del trabajo a distancia. En el que tenías una oficina en casa y disponías de acceso virtual a tus compañeros. 
Acá hay una idea de comunidad que se ha visto reflejado en el éxito de los espacios 
co-working.
Ya habíamos escuchado el auge del co-working y empresas como WeWork, donde se genera una “comunidad de creadores”, como lo definen su propio fundador Adam Neumman.
Espacios comunitarios que promueven la interacción y el intercambio de ideas entre independientes y pequeñas empresas en auge. 

Foto: WeWork
Estos lugares, que tienen la particularidad de proveer espacios agradables, motivadores y cómodos, que parece que estuvieras en casa. 
Café, bebidas y cerveza ilimitada (el happy hour puede ser a cualquier hora). 
Frases motivadoras en las paredes. Charlas de capacitación, beneficios comunitarios, contactos con clientes, etc. son algunos de los atractivos de estos particulares espacios de trabajo, y por supuesto, siempre innovadores en el tema de diseño.
Ahora, esta idea se transporta al lugar donde vivimos.


Viviendo en Comunidad

En California han surgido modelos de la vida comunal bajo parámetros capitalistas que imponen un modo de vivir ligado al trabajo: mientras tu compañero cocina para todos, tú desarrollas la app del futuro y viceversa.

De acuerdo a Jessy Kate Schingler, una de las fundadoras de The Embassy, estos espacios se han multiplicado exponencialmente en los últimos tres años. La mayoría se relaciona al sector tecnológico, y el mismo modelo de cohabitación alrededor de intereses compartidos empieza a ganar tracción en ciudades como Portland o Nueva York.(*tomado de: Del Co-working al Co-living, playgroundmag.net)

Estas comunidades intencionales varían en opciones. 
Existen los grupos que comparten una casa victoriana reformada para la ocasión, los más austeros van a “hacker hostels”, estilo fraternidades para geeks en donde programadores y emprendedores en busca de su sueño viven y trabajan de forma colectiva, a veces compartiendo una misma habitación entre varias personas. 

Estos lugares resultan más económicos para vivir, en lugar de tener apartamentos propios. Pero también fomentan las relaciones profesionales y las oportunidades creativas. Las nuevas comunas son la esencia del networking llevada al ámbito doméstico, una suerte de vida cooperativa 3.0 en el corazón histórico del hippismo.

Foto:WeWork
Al parecer es lo que está buscando esta generación. Y así han respondido los creadores de WeWork al lanzar WeLive.
WeLive propone un concepto que combina espacios de oficina y áreas de co-working con zonas comunes (jardín, bar, biblioteca) y microapartamentos de unos 25 metros cuadrados. Todo encajado en un mismo edificio.

Foto:WeWork

Trabajar y vivir en el mismo recinto, conviviendo diariamente con cientos de personas en microapartamentos. 
Gente que viven y vibran con tu misma onda. Es la idea de la economía colaborativa llevada al plano doméstico. Pero acá se necesita dinero. 
"Por un lado, comunidad. Por otro, cada uno se come lo que caza", aclara Neumann.

Renuncias a la separación normal entre vida privada y trabajo para evitar desplazamientos y vives con todos los servicios básicos —limpieza, lavandería, comedor, etc— cubiertos. 

WeWork Nay Yard
Neuman dice para apoyar su idea: “Cuando tienes la intención de cambiar el mundo con lo que estás haciendo, cuando hay un significado real en lo que estás haciendo, y cuando lo amas de verdad, el éxito llegará, el dinero llegará, y la felicidad será parte de eso”.

Otra empresa que ha incursionado en esto es Common con habitaciones en casas colectivas que tendrán un mínimo de 7,5 metros cuadrados y al menos una ventana, dicen sus impulsores. 
Las zonas de co-working se transformarán por la noche en zonas de comedor. 
Eso es lo que quiere la gente, asegura su fundador Brad Hargreaves.

Foto:WeWork
Muchos independientes, emprendedores y seguidores de corriente parecen estar animados con la idea de este estilo de vida en comunidad y la integración trabajo-vivienda. 

Tal vez, aunque quieran sentirse libres e independientes de la carga de trabajo, siguen bajo un sistema que realmente los esclaviza. 
Tal vez estamos tan acostumbrados a explotarnos a nosotros mismos que siendo nuestros propios dueños también somos nuestros esclavos y requerimos compañía para no sentirnos tan solos.


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